Miles de personas participan este sábado en la Gran Vía de Barcelona en una manifestación para reivindicar la celebración de un referéndum y para mostrar su repulsa por el juicio contra los líderes independentistas que este martes ha arrancado en el Tribunal Supremo. Bajo el lema “la autodeterminación no es delito”, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, han encabezado la marcha a la que se han sumado entidades y partidos políticos, desde los independentistas a los comunes. La Guardia Urbana ha calculado la asistencia en 200.000 personas. Los soberanistas buscan que sea la primera “gran manifestación” contra la causa judicial que seguirá con una huelga general el próximo jueves y una manifestación en Madrid el 16 de marzo.
La marcha ha copado el tramo desde la plaça de la Universitat, donde está ubicado el escenario, hasta la plaza de España, en Barcelona y ha desbordado las previsiones de los organizadores. Los manifestantes, a primera hora de la tarde, ya llenaban la parte posterior del escenario. El recorrido estaba lleno y prácticamente no ha podido avanzar. Bajo cientos de esteladas, los manifestantes portaban retratos de los presos, carteles en favor de la autodeterminación o con frases en las que se leía “Ahora nos juzgan a todos”, “Felipe V a Felipe VI, la represión continúa” o “Jo acuso”. Un grupo de manifestantes iba vestido con togas y caretas de payaso.
La manifestación se inscribe en el ciclo de protestas que anunció hace unas semanas una coordinadora soberanista, justo cuando el Gpobierno de Pedro Sánchez y el de Quim Torra exploraba el diálogo, para denunciar la “injusticia” de la causa del procés y la reivindicación de referéndum. Todos los líderes políticos independentistas han participado en la protesta. Una decena de diputados de los comunes se han sumado a la movilización al considerar que los políticos juzgados no han cometido ningún delito y han reclamado a a Sánchez que el diálogo es “una conquista” y no una “concesión”.
Antes del inicio de la protesta, Quim Torra ha pedido, casi implorando, que el Gobierno español escuche a los ciudadanos. “No se puede gobernar España sin escuchar a Cataluñaa”, ha dicho haciendo una petición a la comunidad internacional que intervenga y medie en el conflicto. “Vamos a acusar al Estado español de las vulneraciones que ha hecho”, ha añadido lamentando que el Parlamento europeo haya vetado que pronuncie una conferencia acompañado con el expresident Carles Puigdemont. “Iremos a otra sala más grande en Bruselas ¿No se dan cuenta?”, ha agregado.
Roger Torrent, presidente del Parlament, ha destacado que los ciudadanos, a la hora de defender los derechos fundamentales, “nunca fallan”. Los dirigentes independentistas ya han exhibido su distancia sobre la forma en que van a enfocar esta campaña electoral. Pere Aragonès, vicepresidente del Gobierno, ha pedido llenar en el este ciclo las urnas de papeletas y convertirla en una “primavera republicana”.
Albert Batet, portavoz de Junts per Catalunya, ha instado a su socio, contrario a una lista unitaria, aprender la lección del 21-D cuando las fuerzas independentistas concurrieron por separado y permitieron, ha dicho, la victoria de Inés Arrimadas. “Hoy ha ido a Amer (el pueblo de Puigdemont) a buscar el conflicto. Vive de eso. El 21-D no hicimos la muralla humana. Cuando vamos juntos, ganamos”, ha dicho utilizando la metáfora de la muralla que utilizó el fiscal en el juicio para describir a los ciudadanos que acudieron a los colegios electorales el día del referéndum del 1 de octubre.